El chocolate se convirtió en una industria clave para Bariloche, tiene alrededor de 25 fábricas, emplea a unas 1.500 personas y se hace fuerte en el exterior. ¿Cómo lo logró sin ser productor de cacao y a qué países exporta?.
Argentina es uno de los países que más consume chocolate en la región, con un consumo per cápita anual de alrededor de 2 kilos. Aunque es una cifra que se mantiene en línea con el resto de los países de Latinoamérica, toma gran valor cuando se observa que no hay producción autóctona de cacao, como sí ocurre en Brasil, Ecuador, Colombia, Perú o Venezuela y compite en productividad y captación de mercado.
Así vemos cómo los argentinos han forjado un lazo cercano con esta delicia, adquiriendolo al menos dos veces por semana. Pero el foco de su pilar económico se centra en Bariloche, generando un impacto significativo en toda la Patagonia. La ciudad rionegrina produce unas 2.000 toneladas de chocolate al año, más de 100 estilos distintos, tiene alrededor de 25 fábricas y emplea a unas 1.500 personas.
Desde hace más de dos décadas el popular destino turístico del sur de nuestro país viene posicionándose en esta industria gastronómica, tanto a nivel regional como Brasil, Chile, Uruguay, México, Colombia, Perú y Bolivia; hasta lugares muchos más alejados como pueden ser Estados Unidos, Francia y España. Tal es la situación productiva del chocolate de Bariloche que hasta incluso llega a la Isla Mauricio en el Océano Índico. La industria ha conquistado más de 20 países y se erige como una de las más importantes a nivel mundial, tanto es así que los chocolates barilochenses han entrado en el top ten en el plano internacional.
Las chocolaterías de esta ciudad patagónica, reconocidas por su maestría artesanal, han logrado destacarse en el mercado mundial. Inversiones constantes en tecnología y materias primas de alta calidad han contribuido a posicionar a los productores en la cima de la industria chocolatera. Mediante la tecnificación de plantas productivas planean empezar a exportar productos orgánicos a Estados Unidos, Canadá, Japón y la Unión Europea.
Pero este producto no sólo se exporta, si no que se expande en el mundo. Una chocolatería muy famosa ha desembarcado en España e invirtió más de 3 millones de euros para abrir una planta en Valencia, lo que demuestra el alcance global de la excelencia chocolatera de la ciudad de la Patagonia. Otra fábrica muy reconocida, también planea un ambicioso crecimiento en América Latina, proyectando la apertura de 20 sucursales más y triplicando su producción para 2025.
El producto, además de ser un clásico de la ciudad, se convirtió en un motor económico de Bariloche y, producto de esto, anualmente se realiza la Fiesta Nacional del Chocolate, donde exhiben sus productos y comparten sus historias de éxito para dar visibilidad e impulsar a la industria a seguir creciendo.
El ya habitual evento de Semana Santa de cada año en la ciudad de la nieve, se ha convertido en una plataforma clave para los chocolateros. En ese sentido, Lucio Bellora, Director de la fiesta, cuenta: “el objetivo siempre fue, es y será la proyección de las chocolaterías en los mercados del mundo, fortaleciendo su reputación y funcionando como una vitrina expositora del chocolate local”.
La festividad, que se llevará a cabo del 28 de marzo al 1 de abril de 2024, es mucho más que un simple evento. Bariloche ha consolidado su posición como líder mundial en la producción artesanal de chocolates, compitiendo con los mejores del planeta en términos de calidad, sabor y excelencia.
Pero no sólo eso, sino que también la festividad logra posicionar a la ciudad como un importante destino turístico, otra actividad económica fundamental para Bariloche. En tanto, Diego Piquín, Director de EMPROTUR (Ente Mixto de Promoción Turística), explica: “la fiesta es fundamental para el desarrollo del turismo, es clave seguir fomentando esta actividad económica y atraer visitantes de todas partes del mundo”.
De esta manera, la ciudad invierte en la promoción de los fabricantes locales y durante los días que dura la fiesta, todos los esfuerzos están puestos en dar a conocer el chocolate de Bariloche que, si bien es su orgullo, también es un importante dinamizador de la economía.
La Fiesta del Chocolate es organizada por la Cámara de Chocolateros de Bariloche y el Emprotur, con la colaboración de la Municipalidad de Bariloche y el Gobierno de Río Negro.